Dr. Ricardo J. del Río Morales
La Transición a la Paternidad
Hoy día, tener una relación matrimonial (o de convivencia) representa un reto donde la probabilidad de fracaso es mayor que la de éxito. Uno de los periodos de mayor riesgo para las parejas es la transición a la paternidad/maternidad. La transición a la paternidad/maternidad se define como el periodo de tiempo desde el embarazo hasta algunos meses después del nacimiento del primer hijo/a. Manejar este cambio de manera positiva ofrece beneficios para la pareja, el niño/a, y la sociedad en general. Este potencial de beneficios significativos para todos ha llevado a varios países a desarrollar y establecer programas de intervención y educación que aumenten la probabilidad de una transición positiva.
La presencia y dependencia total del bebé impulsa en la pareja cambios de roles, rutinas, intereses y presupuestos, para mencionar algunos, y promete un proceso continuo de cambio a partir de ese momento. Una premisa importante es la creencia que cada cual tiene acerca de los cambios garantizados. ¿Son dificultades u oportunidades?
La transición positiva es influenciada por muchas variables o factores. Las características individuales del padre, de la madre, y del bebé, el ambiente donde se desarrolla la familia, el grupo de apoyo social (ej. familia, amistades, compañeros de iglesia, y compañeros de trabajo), el grado de afecto entre la pareja, y la cultura, son algunas de las variables que influyen en la transición. Esto incluye cosas tan básicas como cambiar pañales, turnarse para alimentar de madrugada al bebe, ir al cine, lactar, tolerar y entender el llanto, salir con amistades…
En Puerto Rico, el único requisito para salir del hospital con un bebé es tener el asiento protector y pagar la factura del hospital. Por lo tanto, la responsabilidad de obtener la información necesaria para llevar a cabo una transición positiva es de los individuos.
La Transición a la Paternidad
Hoy día, tener una relación matrimonial (o de convivencia) representa un reto donde la probabilidad de fracaso es mayor que la de éxito. Uno de los periodos de mayor riesgo para las parejas es la transición a la paternidad/maternidad. La transición a la paternidad/maternidad se define como el periodo de tiempo desde el embarazo hasta algunos meses después del nacimiento del primer hijo/a. Manejar este cambio de manera positiva ofrece beneficios para la pareja, el niño/a, y la sociedad en general. Este potencial de beneficios significativos para todos ha llevado a varios países a desarrollar y establecer programas de intervención y educación que aumenten la probabilidad de una transición positiva.
La presencia y dependencia total del bebé impulsa en la pareja cambios de roles, rutinas, intereses y presupuestos, para mencionar algunos, y promete un proceso continuo de cambio a partir de ese momento. Una premisa importante es la creencia que cada cual tiene acerca de los cambios garantizados. ¿Son dificultades u oportunidades?
La transición positiva es influenciada por muchas variables o factores. Las características individuales del padre, de la madre, y del bebé, el ambiente donde se desarrolla la familia, el grupo de apoyo social (ej. familia, amistades, compañeros de iglesia, y compañeros de trabajo), el grado de afecto entre la pareja, y la cultura, son algunas de las variables que influyen en la transición. Esto incluye cosas tan básicas como cambiar pañales, turnarse para alimentar de madrugada al bebe, ir al cine, lactar, tolerar y entender el llanto, salir con amistades…
En Puerto Rico, el único requisito para salir del hospital con un bebé es tener el asiento protector y pagar la factura del hospital. Por lo tanto, la responsabilidad de obtener la información necesaria para llevar a cabo una transición positiva es de los individuos.